A pesar de que se trata de un sector muy vulnerable de la población, el número de habitantes de más de 60 años en el país tanto como en la Ciudad de México, es creciente, y las políticas públicas que los atienden, insuficientes, es el caso del transporte en la capital mexicana.
De acuerdo con los resultados del Taller Análisis de la movilidad de la Zona Metropolitana del Valle de México que impartió el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM, a partir de la Encuesta Origen Destino 2017 y con el auxilio de RStudio -software libre que permite manejar grandes bases de datos para la solución de problemas de transporte-, aproximadamente en 2016, un millón de personas de la tercera edad realizaban 3.7 millones de viajes al día.
De ese total, 135 mil personas lo hacían para ir al médico diariamente. Si las condiciones de disconfort e ineficiencia de ciertos modos de transporte público afectan al total de la población, podemos imaginar el riesgo que significa para este grupo poblacional viajar bajo estas condiciones.
Lo único previsto hasta ahora es reservar un pequeño número de lugares para ellos. Ni rampas para el uso en silla de ruedas -el diseño del Metrobús es un gran avance-, ni el tiempo debido para el ascenso o descenso del vehículo -aquí la ventaja del Metrobús se desvanece-, ni capacitación de los operadores o incluir un botiquín de emergencia. Y debemos agregar a la lista, la falta de una campaña de educación vial y uso responsable del transporte público.
Pero no es todo. Están las personas de edad avanzada que se mueven en la ciudad para ir a trabajar, casi la mitad -495 mil, es decir uno de cada dos de ellos-, son trabajadores. En vez de gozar de una pensión decorosa y un trato digno, así como contar con lugares de descanso, recreación y ¿por qué no? estudio, se desplazan por la ciudad -principalmente al Centro Histórico y a la colonia del Valle-, por lo que invierten en promedio, 39 minutos de su tiempo. Pero se trata de un promedio y se sabe lo que se oculta detrás de los promedios. Al considerar todos los modos de transporte y para todas las edades, seis de cada 10 viajes duran entre 31 minutos y 2 horas, en tanto que, en los municipios conurbados, en 7.2 por ciento de los viajes se emplean más de 2 horas.
Además de ir al médico o a trabajar, los viajes para “ir de compras”, (¿usted enviaría a sus familiares de esta edad a “ir de compras”), son 703 mil viajes. Bueno, un dato alentador: 405 mil lo hacen para convivir, hacer deporte o alguna actividad de recreación. Sería útil saber el estatus socioeconómico de esos totales.
Si consideramos que el número de personas de la tercera edad se habrá triplicado entre el año 2000 y 2030 -de 6.9 a 22.2 millones de ciudadanos-, podemos tener una idea de lo compleja y heterogénea que es la movilidad de los adultos mayores en la Ciudad de México.
Los resultados anteriores fueron obtenidos por la Mtra. Jessica Villena, estudiante de Doctorado en Geografía de la Universidad de Denver, en el taller coordinado por la Mtra. Tzatzilha Torres del PUEC e impartido por el Lic. Arturo Pérez Hernández.