Ciudad de México, 12 de abril de 2021.- El día de hoy murió el Dr. Carlos Luis Arturo González y Lobo, profesor emérito de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien formó decenas de generaciones de arquitectos y urbanistas con un firme sentido de responsabilidad social y por seis décadas contribuyó a la docencia, la investigación, así como la generación y desarrollo de metodologías para la práctica y la enseñanza de la arquitectura.
Era arquitecto, maestro y doctor en arquitectura por la UNAM. Desde 1996 colaboró en la investigación, análisis, teoría e historia en el Centro de Investigaciones en Arquitectura, Urbanismo y Paisaje (CIAUP) de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Arquitectura y también fue profesor invitado en universidades extranjeras de prestigio.
El destacado arquitecto emprendió una búsqueda espacial y constructiva para solucionar problemas de la vivienda popular. Su propuesta constructiva mezclaba tecnología de punta con materiales regionales e industrializados de bajo costo.
A lo largo de su trayectoria realizó obras, asesorías y diseños para colonias populares y asentamientos precarios en la Ciudad de México, así como en varios estados de la República Mexicana.
A nivel internacional, asesoró y desarrolló obras en ciudades como: Bogotá y Cartagena de Indias, Colombia; en la Provincia de Buenos Aires, en Salta y San Juan, Argentina; en Quito y Chimborazo, Ecuador; en Montevideo en Uruguay y Asunción en Paraguay.
Entre sus aportaciones académicas están el modelo educativo denominado Taller Integral de Arquitectura –que conjunta teoría, tecnología y diseño– y los talleres de Arquitectura Popular de Extensión Universitaria, que permiten la transferencia de tecnología en zonas desfavorecidas o que han sufrido daños importantes, y que priorizan el apoyo, la autoconstrucción y el diseño participativo.
En 1985, González y Lobo creó las brigadas solidarias para la reconstrucción de viviendas unifamiliares destruidas por los sismos, cuyo modelo fue replicado en el 2017, colaborando en la reconstrucción de más de 750 viviendas.
Recibió múltiples premios y reconocimientos, como el Doctorado Honoris Causa en Bellas Artes, de la Rhode Island School of Design en 1995; el Premio Paul Gendrop Francotte en 2006; el Premio Enrique Yáñez, del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México; la Cátedra Extraordinaria Federico Mariscal por la Facultad de Arquitectura de la UNAM y el Premio Vassilis Sgoutas Prize, de la UIA.
En 1992 obtuvo el primer lugar nacional de las obras de Solidaridad con el proyecto de reconstrucción de los poblados para los indios mayos tras la crecida del Río del Fuerte en Ahome, Sinaloa, que dotó de vivienda a mil 450 familias.
Era miembro del Comité Técnico de Concentración de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE) para las vecindades atípicas en representación de la UNAM; de la Academia Nacional de Arquitectura de México; de la Comisión Nacional de Monumentos Artísticos del INBA; de la Sociedad Mexicana de Planificación; de la Asociación Arquitectura Vernácula y Patrimonio A.C.; y de ICOMOS México. Desde 1987 pertenecía al Seminario de Arquitectura Latinoamericana (SAL) y formaba parte del Jurado para el Premio Nacional de Ciencias y Artes, nominado por la ANUIES.
Es autor de numerosos libros y artículos especializados sobre vivienda y tecnología, además de historia de la arquitectura.
Con un largo trayecto en la docencia, formó a cerca de 60 generaciones en la Facultad de Arquitectura de nuestra máxima casa de estudios y de otras universidades dentro y fuera de México.
En febrero del año pasado fue designado por el Consejo Universitario de la UNAM con el grado de profesor emérito, por sus aportes en la docencia, las actividades de campo y la creación de nuevas tecnologías en la construcción.