- Su labor profesional estuvo enfocada principalmente a la vivienda, al patrimonio y la cuestión metropolitana
15 de agosto de 2022. El arquitecto y maestro en urbanismo Francisco Covarrubias Gaitán (1944-2022), quien falleció recientemente, fue integrante de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM por más de cinco décadas. Por ello, esta Facultad en conjunto con el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC), organizaron un sentido homenaje en el auditorio del Museo de Ciencias y Artes de la FA, en el que participaron colegas, amigos y familiares, quienes lo recordaron como un hombre íntegro, generoso, fiel a sus convicciones y un gran padre.
Uno de sus amigos, Xavier Cortés Rocha, profesor emérito de la FA, evocó que le unió al arquitecto Covarrubias una amistad de más de medio siglo. Expresó que la labor profesional de Francisco se orientó hacia tres vertientes principales: vivienda, patrimonio y la cuestión metropolitana.
La primera de ellas fue su tema entrañable y en la que realizó proyectos conjuntos para el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, “donde colaboró con Francisco Treviño, su gran amigo y compadre, y con Irma Cuevas, una querida maestra de la Facultad”.
Luego iría al Estado de México, al Instituto Auris, cuando la entidad era un semillero con la presencia de Pedro Ramírez Vázquez. De ahí pasó a la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, también formada por Pedro Ramírez, “su guía y en cierto modo su modelo de funcionario; ahí fue director de Equipamiento Urbano y Vivienda y donde formó un gran equipo”.
Cortés Rocha expuso que el ámbito de la política de vivienda sería la máxima realización del arquitecto Covarrubias, donde logró articular una política en la materia. “Era un gusto verlo en una mesa redonda coordinando a los directores de los institutos de vivienda del país, fue un gran organizador”.
En cuanto a la infraestructura urbana, destacó que constituyó el Sistema Normativo de Equipamiento Urbano, mismo que lleva 40 años y sigue vigente. En la función pública fue dos veces subsecretario de Desarrollo Urbano federal, y tenía entre sus áreas de competencia la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, en la que le tocó manejar el tema de la Catedral en crisis, con la colaboración de grandes asesores y técnicos, entre otros.
Recordó que cuando fue secretario de Desarrollo Urbano en el Estado de México, logró que la protección de las zonas patrimoniales fuera incluida en los planes de desarrollo urbano, “cosa que rara vez se ha repetido”.
En cuanto al tema de lo metropolitano, en la última década elaboró los planes de desarrollo para varias áreas urbanas; asesoró y fue autor de diversos trabajos para la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, y fue presidente de la Academia Nacional de Arquitectura.
Resaltó también la capacidad del académico para formar equipos, “rodeándose de colaboradores y asesores brillantes como Enrique Ortiz, Alberto González Pozo, Julio García, Octavio Falcón, y una larga lista de grandes copartícipes”.
Reconoció en su entrañable amigo a un padre y esposo ejemplar. “Fue un hombre comprometido, íntegro, de intachable honradez, fiel a sus convicciones y amigo sin límites”.
Los hijos del arquitecto Covarrubias, Flora y Francisco, evocaron una serie de anécdotas al lado de su padre. Su hija, resaltó que con los años comprendió que su papá se volcó hacia esa disciplina, y a través de ella se desempeñó como servidor público en diversas administraciones, además de compartir sus conocimientos como docente en la Universidad por más de 50 años.
Francisco Covarrubias señaló que cuando piensa en su progenitor le vienen al pensamiento palabras como “ejemplo” y “congruencia”. Su padre “fue modelo de trabajo, dedicación, honestidad, y de la importancia de dedicar la vida a lo que a uno le apasiona; lo que él hacía no era trabajo, sino un gusto, además tenía un gran amor por los libros y la cultura de México”.
Apuntó que su padre “siempre pintó una línea muy clara entre lo público y lo privado. Fue más técnico que político, un amante de los libros, vistió con textos de arquitectura, urbanismo, arte y cultura la casa donde vivimos por más de cuatro décadas, y nos enorgullece que su biblioteca pasará a unirse al acervo de la UNAM”.
El arquitecto Covarrubias fue director del PUEC de octubre de 1997 hasta mediados del año 2000. Durante su gestión en el Programa Universitario amplió la investigación, la docencia y la difusión sobre las problemáticas urbanas a escala nacional, regional y local. En esos años la labor del PUEC se orientó a la elaboración de planes y programas de desarrollo urbano con planeación participativa; instrumentos de regulación y gestión de suelo, medio ambiente, turismo, patrimonio y movilidad; programas de manejo; planeación municipal; desarrollo regional y coordinación metropolitana.
Como parte del homenaje luctuoso, inaugurado por el director de la FA, Juan Ignacio del Cueto Ruiz-Funes, y el director del PUEC, Javier Delgado Campos, se realizaron tres mesas más, en las que participaron colegas y amigos del campo profesional y académico.
Nota en Gaceta UNAM
https://www.gaceta.unam.mx/arquitecto-y-maestro-en-urbanismo/
De: Guadalupe Lugo García. Ago 18, 2022.