• Promover un desarrollo urbano respetuoso con los elementos que atestiguan su historia: Xavier Cortés Rocha

Ciudad de México, 16 de mayo de 2023. Necesario impulsar procesos de planeación urbana y gestión integral y participativa, recordando que, el propósito de la visión a futuro de las ciudades no es mantenerlas en su estado actual, sino preservar el pasado y vivir el presente de forma respetuosa y coherente para garantizar el futuro, aseveró el doctor Xavier Cortés Rocha, de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

Las ciudades deben conservar su valor patrimonial, cultural y social impulsando estos procesos de planeación y gestión participativa que permitan lograr su puesta en valor en la sociedad actual. Así como deben lograr un mantenimiento adecuado de los bienes materiales y simbólicos que albergan, para el disfrute de quienes habitan, trabajan y visitas estas zonas.

Durante su participación en el seminario La ciudad y sus patrimonios, que realiza el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC), y como parte de un ciclo dedicado a las declaratorias de patrimonio mundial y sus impactos territoriales, el profesor emérito hizo una revisión histórica de la evolución de las ideas sobre restauración y conservación; explicó el marco jurídico e institucional para la protección y gestión del patrimonio en México, y además, abordó algunos de los momentos en que las transformaciones urbanas han entrado en contradicción con la preservación de monumentos históricos.

En cuanto a los procesos de transformación urbana y los impactos en el patrimonio histórico, recordó que la transformación de París en el siglo XIX implicó la destrucción de 75 por ciento de las edificaciones medievales y renacentistas que conformaban el tejido urbano original de aquella ciudad, con el objetivo de modernizarla y hacer más fácil el control de las revueltas.

En el caso de México, durante la primera mitad del siglo pasado, la apertura de calles como 5 de Mayo, 20 de Noviembre o San Juan de Letrán, en el centro de la capital, implicaron la demolición de edificios históricos como el Teatro Nacional, el Portal de las Flores o el Templo de Santa Brígida, y que obedecía a las ideas de modernidad de esa época.

En la actualidad, existen nuevos debates entre el dilema de conservar el patrimonio versus el desarrollo de las urbes. Para ejemplificar, expuso el caso de la colocación de estructuras de ingreso a las estaciones del Tren Ligero de Guadalajara que invaden la vista del paisaje urbano histórico; la propuesta de construcción de un teleférico que llegará al centro histórico de Puebla y que implicó la destrucción de un edificio patrimonial, o el segundo piso del Boulevard en Zacatecas. “Estos ejemplos nos interpelan sobre cómo conseguir un desarrollo urbano sustentable respetuoso con los elementos que atestiguan su historia”, cuestionó el experto.

Desde la época del Renacimiento existe el interés por proteger a los monumentos, y en el siglo XVIII se toma consciencia de la importancia de su rescate. Un siglo más tarde, se iniciaron acciones legales para su protección y en Francia surgió el debate sobre los criterios de la restauración arquitectónica.

Estas ideas fueron madurando a lo largo del siglo XX y quedaron plasmadas en documentos como: la Carta de Atenas (1931); la Carta de Venecia (1964); la carta de Quito (1967), y la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural (1972).

Finalmente, Cortés Rocha destacó que, “urge una revisión a fondo de la Ley de Protección a Monumentos, transformarla en Ley General y exhortar a las entidades federativas a responsabilizarse en materia de protección a monumentos”.