Fundamental construir ciudades amigables con la vejez en un contexto de envejecimiento poblacional y mayoritariamente de mujeres

Fundamental construir ciudades amigables con la vejez en un contexto de envejecimiento poblacional y mayoritariamente de mujeres

•    En México hay más de 18 millones de adultas y adultos mayores, que representan 14 por ciento de la población total del país. Estamos frente a un proceso de feminización del envejecimiento: hay más mujeres mayores y viven más tiempo.
•    Para 2040 en América Latina y el Caribe habrá más personas mayores que niñas y niños.

Ciudad de México 29 de septiembre de 2023. “Es fundamental resignificar la imagen social de la vejez y las personas mayores, hacerlo además con perspectiva de género, reconstruyendo el rol social de las mujeres mayores, que se ha limitado al rol de abuelas y cuidadoras. De otra forma no se podrán hacer ciudades amigables”, afirmó Guadalupe Cañongo, de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM.

En el marco del Seminario Ciudad habitable para todas y todos que realiza el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad, la coordinadora del seminario, Mtra. Mariana Sánchez, del PUEC, señaló que, en el proceso de envejecimiento poblacional de México y Latinoamérica, es primordial poner en la mesa el tema para el futuro de las ciudades ya que el gran reto que tienen actualmente es que no son amigables con las personas adultas mayores.

Durante el panel virtual “Ciudades amigables con la vejez desde una perspectiva de género”, las especialistas coincidieron con la tendencia creciente de envejecimiento de la población y su feminización, ya que está mayoritariamente conformada por mujeres.

Envejecimiento poblacional y feminización de la vejez

De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas, para 2030, 17 por ciento de la población de los países de América Latina y el Caribe tendrán más de 60 años; y en 2050, este porcentaje aumentará a 25 por ciento.

Según la Organización Panamericana de Salud, en el continente residen alrededor de 106 millones de personas mayores de 60 años, y se calcula que para 2050 esta cifra alcanzará alrededor de 310 millones, de los cuales 190 residirán en América Latina.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe afirma que, en 2040 habrá en la región más personas mayores que niñas y niños.

En el caso de México, de acuerdo con último Censo, existen 15 millones de personas mayores de 60 años, lo que representa 12 por ciento del total de la población. De igual forma, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo registró en el 2022 a 18 millones de adultas y adultos mayores, que representan ya un 14 por ciento de la población total del país.

La convivencia intergeneracional también va a ser cada vez más marcada. En 1950, había 6.7 personas de 65 años por cada cien menores de 15 años. En 2015 había 24.5 mayores de 65 por cada cien menores de 15, y para 2050 serán 93.7 personas de 65 años por cada cien menores de 15 años.

Igualmente, en 1950 había 117 mujeres mayores por cada cien hombres y para 2050 habrá 132 mujeres por cada 100 personas del sexo masculino. Se estima para 2030 una esperanza de vida en hombres alrededor de 74 años y en mujeres alrededor de 79 años.

Estamos frente a un claro proceso de feminización del envejecimiento: hay más mujeres mayores y viven más tiempo.

Ciudades amigables para la vejez

La doctora Georgina Cárdenas, de la Universidad Autónoma de Yucatán, señaló que, la dinámica del envejecimiento demográfico mantiene características constantes a escala global y local: femenina, urbana y de desigual dispersión.

La experta precisó que, en la ciudad de Mérida, las mujeres de edad avanzada tienen en promedio menos acceso a la pensión, muchas de ellas aún se dedican a labores del hogar y cuidados, y además, viven más años pero con desigualdades acumuladas a lo largo de sus vidas. 

Subrayó que, debe atenderse con un programa específico a los hogares unipersonales y así fortalecer y preservar la autonomía de las mujeres que, cada vez son más. 

Las comunidades de gente mayor con más capacidades están sostenidas por mujeres de edad, quienes “tejen autonomía colectiva”. Mediante estas acciones mejoran la calidad de vida de sus familias, grupos, colectivos y en general de su comunidad. 

Un tema central es que no se cuenta con indicadores socio espaciales sobre vejez y género a nivel local, se utilizan indicadores generales que no reflejan toda la construcción en la que se ha dispuesto la población en el territorio. Esencial desde la academia visibilizar el tema, construir en colectivo, generar diagnósticos profundos y metodologías adecuadas.

Urge diseñar programas sociales que ayuden a gestionar en el territorio a nivel local, para fomentar la participación e integración de este grupo de población y detectar necesidades puntuales para el fortalecimiento de capacidades no desde la asistencia.

La académica de la Universidad Central de Chile, doctora Herminia Gonzálvez Torralbo, expuso su estudio sobre cómo se envejece en Santiago de Chile en la Comuna (municipio) de Peñalolén, poniendo el foco en los cuidados.

Chile también está envejeciendo. En 2022 tenía 18 por ciento de su población con más de 60 años. Esto impacta la planificación pública de atención a este sector y constituye un desafío para los Estados y las administraciones locales.

Con la pandemia se visibilizaron los desequilibrios entre las demandas de cuidados y la capacidad de los Estados, del sector privado y de la sociedad en responder a estas necesidades. Un municipio capaz de reconocer, valorar y acoger las labores de cuidado, debe proporcionar el soporte espacial y físico para realizarlas.

Las mujeres de edad avanzada tienen un gran protagonismo en el trabajo comunitario: “son sostenedoras de vida a través de la comunidad”. También cuidan en todas direcciones: a sus parejas, nietos, hijos. Estás prácticas de cuidado comunitario conforman ese tejido social.

La ciudad debe estar pensada para las personas mayores y sus realidades asociadas al cuidado, al cuidado comunitario y del cuidado en general. De no ser así, las ciudades amigables para las y los adultos mayores estarán desconociendo las diversidades, asociadas al proceso de envejecer, sobre todo, las desigualdades de género y edad asociadas al envejecimiento.

La maestra Guadalupe Cañongo León, de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, afirmó que, estamos atestiguando la transformación de sociedades jóvenes a predominantemente envejecidas.

En México, 73 por ciento de las y los adultos mayores, son personas totalmente independientes y más de 80 por ciento pueden participar en actividades comunitarias y sociales, si bien hay limitaciones que los colocan como población vulnerable, sí pueden participar en actividades propias de la vida cotidiana de las ciudades.

El “edadismo” son acciones de discriminación por edad. Este edadismo es un obstáculo para construir ciudades amigables que afecta la participación social. Sin embargo, hay una campaña mundial contra el edadismo que fomenta un envejecimiento saludable y activo.

Finalmente, indicó es fundamental buscar mecanismos para la protección de los Derechos Humanos de este sector de la población, diseñar políticas públicas acordes y trabajar en las dinámicas urbanas que las y los excluyen, eliminando las barreas que impiden a las personas de la tercera edad formar parte del entorno urbano.

Ciudades amigables con la vejez desde una perspectiva de género

PUEC

Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad
Universidad Nacional Autónoma de México

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