Ciudad de México, 8 de septiembre de 2025. La financiarización de los equipos de salud en América Latina es un campo emergente que forma parte de un proceso más amplio de financiarización de la economía, abonado por las políticas neoliberales, expuso Madisson Yojan Carmona Rojas, profesor-investigador de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia.
En una conferencia impartida en el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM, explicó que los principales mecanismos de financiarización de la salud en Colombia se dan a través de la gestión de entidades promotoras de salud; gestión de activos inmobiliarios como hospitales, clínicas y consultorios; gestión de medicamentos y también de los planes de salud.
Se centró en la gestión de hospitales, clínicas e infraestructura, enfatizando que estos no son considerados bienes sociales o públicos, sino activos financieros que generan rentabilidad económica a inversores privados.
El doctor Carmona destacó que, si bien, la inyección de capital permite la expansión de infraestructura y tecnología, acarrea consecuencias negativas como el acceso desigual a servicios de alta complejidad; el lucro por encima de la atención integral y la salud pública; la pérdida de autonomía hospitalaria y la descapitalización del sistema público de salud.
El investigador Luis Alberto Salinas Arreortua, del Instituto de Geografía de la UNAM, expresó que el desarrollo de las últimas décadas nos enfrenta a procesos de un futuro incierto con valor agregado, mismo que se traduce en seguros de gastos médicos o seguros de autos. “Todos estos aspectos juegan con la vida, la mercantilizan; al futuro le están poniendo un precio”, concluyó.
Para el doctor Salinas, el papel del Estado ha sido relevante no sólo aplicando leyes que privatizan los servicios de salud, sino también con la ausencia de inversiones en infraestructura, convirtiéndose en un mercado atractivo para el sector privado. “Hemos comprado un discurso en que el Estado no es competente en el sector salud”.
Recordó que la libre movilidad de capital permite que distintos fondos de inversión actúen en diversos países en casi todos los sectores económicos afectando la vida cotidiana.
El doctor José Gasca Zamora, director del PUEC, expresó que la financiarización actualmente es transversal a muchos procesos de la vida diaria. La “financiarización es un motor de la vida urbana, porque es la fuerza del capital la que está moviendo muchos de los procesos, como el caso de la gentrificación, que es resultado de cómo se mueven los mercados inmobiliarios”.
El capital financiero está moviendo los mercados inmobiliarios, convirtiendo las propiedades en activos que entran en circuitos de valorización, la vivienda se introduce en mercados de valores, al igual que las propiedades comerciales, oficinas, naves industriales y logísticas, hoteles, escuelas, todos estos están vinculados a los mecanismos de financiarización inmobiliaria. Dicho de otro modo, es cómo se convierten las propiedades en activos comercializables que aparecen en este tipo de mecanismos de mercado, explicó.
“Estos procesos los estudiamos porque impactan en la manera cómo se configuran las urbes, cómo se segregan y cómo se construye el espacio edificado y se generan estas áreas de servicio, y detrás hay un proceso de financiarización implícito”.
“La vida está financiarizada. Todos los aspectos de la vida están financiarizados”, aseveró Gasca. Por eso el tema es cada vez más visible y los académicos están cada vez más interesados en estudiarlos.
En una conferencia impartida en el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM, explicó que los principales mecanismos de financiarización de la salud en Colombia se dan a través de la gestión de entidades promotoras de salud; gestión de activos inmobiliarios como hospitales, clínicas y consultorios; gestión de medicamentos y también de los planes de salud.
Se centró en la gestión de hospitales, clínicas e infraestructura, enfatizando que estos no son considerados bienes sociales o públicos, sino activos financieros que generan rentabilidad económica a inversores privados.
El doctor Carmona destacó que, si bien, la inyección de capital permite la expansión de infraestructura y tecnología, acarrea consecuencias negativas como el acceso desigual a servicios de alta complejidad; el lucro por encima de la atención integral y la salud pública; la pérdida de autonomía hospitalaria y la descapitalización del sistema público de salud.
El investigador Luis Alberto Salinas Arreortua, del Instituto de Geografía de la UNAM, expresó que el desarrollo de las últimas décadas nos enfrenta a procesos de un futuro incierto con valor agregado, mismo que se traduce en seguros de gastos médicos o seguros de autos. “Todos estos aspectos juegan con la vida, la mercantilizan; al futuro le están poniendo un precio”, concluyó.
Para el doctor Salinas, el papel del Estado ha sido relevante no sólo aplicando leyes que privatizan los servicios de salud, sino también con la ausencia de inversiones en infraestructura, convirtiéndose en un mercado atractivo para el sector privado. “Hemos comprado un discurso en que el Estado no es competente en el sector salud”.
Recordó que la libre movilidad de capital permite que distintos fondos de inversión actúen en diversos países en casi todos los sectores económicos afectando la vida cotidiana.
El doctor José Gasca Zamora, director del PUEC, expresó que la financiarización actualmente es transversal a muchos procesos de la vida diaria. La “financiarización es un motor de la vida urbana, porque es la fuerza del capital la que está moviendo muchos de los procesos, como el caso de la gentrificación, que es resultado de cómo se mueven los mercados inmobiliarios”.
El capital financiero está moviendo los mercados inmobiliarios, convirtiendo las propiedades en activos que entran en circuitos de valorización, la vivienda se introduce en mercados de valores, al igual que las propiedades comerciales, oficinas, naves industriales y logísticas, hoteles, escuelas, todos estos están vinculados a los mecanismos de financiarización inmobiliaria. Dicho de otro modo, es cómo se convierten las propiedades en activos comercializables que aparecen en este tipo de mecanismos de mercado, explicó.
“Estos procesos los estudiamos porque impactan en la manera cómo se configuran las urbes, cómo se segregan y cómo se construye el espacio edificado y se generan estas áreas de servicio, y detrás hay un proceso de financiarización implícito”.
“La vida está financiarizada. Todos los aspectos de la vida están financiarizados”, aseveró Gasca. Por eso el tema es cada vez más visible y los académicos están cada vez más interesados en estudiarlos.




