- Gerard De Mas Giménez, académico de la Universidad Politécnica de Cataluña dictó una conferencia a distancia dentro del ciclo Autos Autónomos, organizado por el PUEC
Cuando se generalice la tecnología de los autos autónomos, las ciudades enfrentarán una transformación del transporte público y privado, lo que tendrá un impacto económico y laboral en ese sector, así como mayor seguridad vial, consideró Gerard De Mas Giménez, académico de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), España.
“Actualmente, el 90 por ciento de los accidentes viales en el mundo ocurren por errores humanos”, aseguró el físico aplicado que cursa su doctorado en el Centro de Desarrollo de Sensores, Instrumentación y Sistemas de la UPC, donde se dedica a la investigación y desarrollo de la fotónica y la ingeniería óptica.
“Se prevé el uso de robotaxis y transporte compartido autónomo, que se utilizará solamente en determinadas zonas y en condiciones favorables, reduciendo la necesidad de un vehículo propio”, adelantó.
El científico dictó una conferencia a distancia dentro del ciclo Autos Autónomos, organizado por el Programa Universitario de Estudios de la Ciudad (PUEC) de la UNAM.
En la segunda sesión del evento, titulada “¿Qué cambios tendrá el mundo con la tecnología de autos autónomos y cómo se espera que sea aceptada?”, añadió que también se prevé una reducción de los actuales empleos en el transporte público y la creación de nuevos perfiles de trabajadores en áreas de mantenimiento, software y ciberseguridad.
“También habrá cambios en la infraestructura urbana, beneficios medioambientales, optimización del tráfico con menos congestionamientos, menor consumo de combustible debido a una conducción optimizada, así como mayor integración con vehículos eléctricos y energías limpias”, anticipó.
Tecnologías necesarias
De Mas Giménez explicó que los autos autónomos necesitan contar con varias tecnologías para poder funcionar y operar con la destreza requerida.
Utilizan sensores que incluyen varias cámaras y radares (que funcionan con ondas de radio), instrumentos en deben estar correctamente acoplados entre ellos.
Las cámaras detectan semáforos, letreros de tráfico y peatones, mientras que los radares monitorean la posición y velocidad de vehículos cercanos.
Además, usan LiDAR (acrónimo en inglés de Detección y Medición de Distancias por Luz), una tecnología que utiliza pulsos de luz láser para crear un mapa tridimensional detallado y preciso del entorno del vehículo. Al medir el tiempo que tarda la luz en rebotar de los objetos, el sistema puede calcular la distancia a ellos, detectando obstáculos como peatones, vehículos y otros elementos en tiempo real y con precisión en cualquier condición de luz.
Entre los problemas actuales, el científico dijo que las cámaras no operan bien en entornos poco iluminados, ni perciben bien la profundidad del entorno; en tanto que un radar no es suficiente para describir una escena.
“Necesitamos toda la información disponible y aprovechar todos los datos de la escena donde se ubica el vehículo”, comentó.
Para lograrlo, usan un sensado multimodal, esto es, una combinación de los datos de todas las tecnologías mencionadas para generar una percepción más completa del entorno. Esto permite que el vehículo comprenda su entorno con mayor precisión, redundancia y seguridad.
También realizan la fusión de datos para lograr imágenes en dos y tres dimensiones, y mapas 3D que son creados por la tecnología LiDAR.
Leer en Gaceta UNAM / Octubre 13, 2025
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