El PUEC organizó el taller dedicado al transporte público y movilidad.
Como respuesta a los movimientos telúricos de septiembre pasado, la UNAM, a través de las Coordinaciones de Humanidades y de la Investigación Científica, en conjunto con la Coordinación de Universidad Abierta y Educación a Distancia (CUAED), organizó una serie de talleres de diversos temas con el objetivo de transmitir información y aportar elementos de análisis para trazar líneas de acción para la prevención de desastres y de reacción inmediata ante los sismos.
Realizados entre octubre y noviembre en la sede de la CUAED en modalidad presencial y a distancia, los talleres contaron con la participación de especialistas de los Institutos de Geología, Geofísica, Geografía, Ingeniería y de Investigaciones Jurídicas; las Facultades de Arquitectura y de Psicología; la Escuela Nacional de Trabajo Social y el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad.
El PUEC coordinó el taller del 27 de octubre dedicado al Transporte público y movilidad. En este panel participaron el Dr. Juan Manuel Mayoral Villa, la Mtra. Azucena Román de la Sancha y el Mtro. Javier Granados del Instituto de Ingeniería; el Dr. Masanori Murata del Instituto de Geografía y la Mtra. Tzatzilah Torres del PUEC, y fue moderado por el Dr. Javier Delgado, director del Programa.
La investigadora Azucena Román señaló que, ante un sismo, las zonas de la ciudad que están débilmente conectadas quedan aisladas y tienen un fuerte impacto social y económico. Precisó que las ciudades mexicanas requieren la integración y la coordinación entre todos los modos de transporte para hacer más eficientes los viajes diarios. Asimismo, aseveró que los modelos de vanguardia en el mundo están basados en administrar las actividades de los motivos de los viajes para que se hagan de manera colectiva con un bajo impacto social, ambiental y económico.
Juan Manuel Mayoral precisó que en un sismo, los colapsos de las estructuras junto al problema inherente de movilidad, hacen que la ciudad se colapse en unos minutos. Por ello la necesidad de tener una disciplina de la prevención, de estudios de resiliencia enfocados en identificar las zonas más vulnerables y, una planeación integral del funcionamiento de la ciudad a gran escala, con diferentes escenarios ante situaciones extremas.